Publicado el: 08/05/2011 / Leido: 11214 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
Fuente: http://elprogreso.galiciae.com/nova/
Un ribadense aficionado a la historia, y de forma singular a la de ámbito local, acaba de hacer un descubrimiento que obligará a corregir los libros sobre la materia, ya que consiguió hallar el documento más antiguo conocido hasta la fecha en el que se hace referencia a la existencia de la villa de Ribadeo. Se trata de un texto encontrado en el Archivo Histórico Nacional y que data del año 1177, lo que retrasa en cinco años la referencia más antigua conocida sobre la villa de Ribadeo, que es la que aparece recogida en el libro sobre la historia local más importante hasta el momento, el"Ribadeo Antiguo", de Francisco Lanza.
Explica que el primero de ellos es en realidad una compra-venta de propiedades firmado «en el concilio de Ripa de Euve». Comenta que esas palabras parecen evidenciar que la villa «existía ya desde hacía tiempo porque ya había un"concello"». También relata que la compra-venta «no fue ninguna tontería. Los protagonistas son la condesa doña Sancha, madre del conde don Rodrigo, y el arcediano de Compostela Pedro Vela». Los testigos estaban a la altura de los protagonistas porque eran «los abades de los monasterios de Meira y Lorenzana y cuatro representantes de la nobleza local». Como anécdota, apunta que «parece evidente que no se llevaban muy bien con el obispo de Mondoñedo, ya que es el único pez gordo de la comarca que no estuvo presente en el cónclave». De hecho, él está convencido de que la reunión «tenía como trasfondo hacer causa común contra el obispo de Mondoñedo, con el que por entonces todos estaban enfrentados y que, precisamente, fue el que comenzó aproximadamente una década más tarde la construcción de la catedral de Ribadeo».
Entre las propiedades a las que se hace referencia en el documento están Couxela, Folgosa, Dompiñor o Villagüiz.
Segundo
El otro documento, el de 1180 es si cabe más interesante. Se trata de una bula papal que localizó también en el Archivo Histórico Nacional.
Para ambos casos, Alberto Paraje matiza que es consciente de que existen referencias anteriores, ya de 969, en las que aparece el nombre de Ribadeo. Cuenta que concretamente ese documento es del famoso Conde Santo de Lourenzá, Osorio Gutiérrez, quien hace mención de la actual Vilaousende indicando que se encuentra ubicada en «Ripa Euve». Para él, tanto esta anotación como otras algo posteriores en realidad «se refieren, por el contexto en el que están escritas, genéricamente al territorio ribereño de la desembocadura del Eo, en ambas márgenes, las de Galicia y Asturias actuales, diferencia que entonces no existía ni por asomo; y no a la población o villa concreta de Ribadeo».
El rastro seguido por Alberto Paraje emparenta a Ribadeo directamente con una historia muchísimo más compleja y al mismo tiempo apasionante como es la de las cruzadas.
En 1167 fallece el llamado conde Álvaro y su heredero es el conde don Rodrigo. De él dice Paraje que «fue todo un personaje. En su alocada juventud llegó a destruir e incendiar una iglesia en la zona del interior de Lugo. Hay quien asegura que en 1148 partió para Tierra Santa para participar en la II Cruzada y que permaneció allí muchos años. A la muerte de su padre regresa al reino de León, pero no muestra demasiado interés por su condado de Sarria y su herencia, dedicándose a pelear contra los musulmanes».
Dice que en 1173 abandona la orden de Santiago y funda la suya propia «con algunas propiedades entre las que seguramente ya estaba Ribadeo. Regresa a Tierra Santa y participa en la mítica batalla de Montsigard junto al"rey leproso" Balduino IV. El episodio le permite regresar como un héroe y el Papa confirma la validez de su Orden, bajo el nombre de Santa María de Montegaudio, que por cierto, todavía existe y tiene a su Vicario Magno en Málaga». «En la Bula Papal de confirmación de la Orden», añade, «se relacionan las propiedades que ésta tenía, entre las que se menciona"la meýtat de la uilla que ef dita Riba d'ua". Ósta sería la segunda mención más antigua conocida hasta la fecha a la villa de Ribadeo».
La rueda no se para ahí y él sigue rebuscando en papeles que ya casi nadie lee, algunas incógnitas como la conexión de Ribadeo con San Julián, que viene muy a mano como patrón de los barqueros que tanta falta hicieron en la ría.
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