Publicado el: 28/02/2010 / Leido: 12135 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
Los alumnos del taller de empleo trabajarán seis meses para mejorar los fondos del consistorio
La documentación a tratar incluye originales entre el siglo XVI y la actualidad y la biblioteca del museo
Durante seis meses Estella se ha sumergido en la labor de reorganizar, depurar y mejorar los archivos municipales gracias al trabajo de las quince personas que participan en el taller de empleo de archivística que ha puesto en marcha el área de Empleo del Ayuntamiento.
Se trata del primer taller de esta especialidad que se imparte en Navarra, que permitirá además completar y diversificar la formación de personas con un nivel de estudios más alto que el del resto de cursos que se han impartido en Estella: hostelería (2), cuidado de dependientes (2) y jardinería (1).
El objetivo de este novedoso taller, que se ha venido gestando desde 2004, es doble. Por un lado, desde la dirección, con Sira Cobelas Pascual al frente, se ha tratado de remediar el efecto de la falta de un archivero municipal en los últimos años, además de completar y actualizar el trabajo que realizó en su día Gregorio Díaz Ereño.
Posibilidades de empleo
También se pretendía buscar nuevos yacimientos de empleo, que permitan a los estelleses acceder a una formación que, de otro modo, difícilmente pueden adquirir. "Con el traslado de los Juzgados, la apertura del Museo Carlista, la nueva sede de Mancomunidad y las necesidades del consistorio creemos que se generarán oportunidades de empleo, además de las crecientes exigencias que tienen las empresas en este terreno por la ley de protección de datos", justificó Cobelas.
Las monitoras Montse Tomás García y Miren Lara Astiz, que se unirá esta semana a tiempo parcial, serán las encargadas de introducir a los alumnos en una técnica que difiere en gran medida de la que se aplica, por ejemplo, en la gestión de bibliotecas.
El contenido de las prácticas de los alumnos excluye los llamados fondos especiales del archivo municipal, los más antiguos, que se custodian en el Museo Gustavo de Maeztu, y se centra sobre todo en los que se localizan en la casa consistorial.
Aquí también los hay de dos tipos. Existen legajos que parten casi de la época medieval, ya que el más antiguo está datado en 1510, con registros que van desde cuentas de comercios, ordenanzas, censos o cuentas del llamado Santo Hospital. Esta parte ya se ha reorganizado, aunque queda introducir los tomos en cajas para una mejor conservación. De esta manera, también se han detectado ejemplares que precisan una restauración.
Pero la mayor parte de la documentación municipal es moderna e incluye todos los expedientes que se generan en el Ayuntamiento una vez concluida su tramitación. Aquí se está llevando a cabo una importante labor de selección, "expurgo", como se denomina técnicamente, para eliminar material inservible, copias y duplicados. También existen originales sonoros, grabaciones de los plenos que están recogidas y clasificadas entre 1980 y 1997.
Por último también se ha emprendido la labor de inventario y catalogación de la biblioteca del Museo Gustavo de Maeztu, con más de 9.000 volúmenes formados sobre todo por libros, investigaciones y catálogos de arte moderno. A través de un sistema informático, este archivo se conectará además con el del Museo Oteiza.