Publicado el: 09/02/2010 / Leido: 10745 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
Fuente:http://www.elperiodico.com
Las cámaras de los fotógrafos de Magnum siguen hoy disparando, pero hace ya una docena de años que sus imágenes no se distribuyen en papel. Decenas de miles lo hicieron durante décadas, después de que se pariera en cuartos oscuros la historia que habían retratado ojos como los de Robert Capa o Henri Cartier-Bresson, maestros de la fusión del fotoperiodismo y el arte. Ahora, esas 185.000 instantáneas tomadas entre 1930 y 1998 por 103 fotógrafos, uno de los archivos más importantes de la historia, han cambiado de manos, y con la venta de la colección al magnate informático Michael Dell, Magnum se reinventa.
Hace cuatro años, los miembros de la agencia-cooperativa fundada por Capa, Cartier-Bresson, George Rodger, David Seymour y William Vandivert votaron a favor de estudiar la venta del archivo de fotografías en papel. Encontraron comprador en Dell y cerraron la venta discretamente el año pasado.
Aunque los fotógrafos y los herederos de los fallecidos mantendrán los derechos de autor y de licencia, Magnum se ha desprendido de las fotos físicas por una cantidad que no se ha hecho pública pero que, según ha explicado el director de la agencia, Mark Lubell, les permitirá invertir en su reconversión en empresa multimedios.
TRASLADO A TEXAS / Guardadas durante décadas en los archivos de la Agencia Magnum, las fotografías han sido trasladadas ya al Harry Ransom Center de la Universidad de Texas en Austin, en cuyas manos se ha puesto la gestión de la colección por al menos cinco años.
Por primera vez en muchos casos, se pondrán a disposición del público imágenes que incluyen algunas previas a la fundación de la agencia como las tomadas por Capa durante la guerra civil española. Ya hay planeadas al menos dos exposiciones y se organizarán charlas con fotógrafos de Magnum en el campus texano, el mismo que guarda los papeles del Watergate, los archivos de Norman Mailer y colecciones de Edgar Allan Poe y James Joyce.
Una idea del valor aproximado de la colección la da el hecho de que el centro Ransom la haya asegurado en casi 72 millones de euros. Pero es algo más que dinero lo que vale el archivo. Como ha dicho uno de los socios de Dell, Glenn Fuhrman, «dados los cambios tecnológicos en el mundo de la fotografía, incluyendo la digitalización de imágenes, una colección de impresiones como esta nunca volverá a existir».
