Publicado el: 26/05/2014 / Leido: 11605 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
Por Wilfredo Cancio Isla*
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) podrá mantener a buen resguardo los secretos sobre su participación en la malograda invasión de Bahía de Cochinos, en abril de 1961, con el propósito de derrocar al régimen de Fidel Castro.
Por votación dividida de 2-1, un tribunal de apelaciones del Distrito de Columbia decidió que la CIA tiene el derecho a preservar del escrutinio público un volumen clave de la obra escrita por el historiador Jack B. Pfeiffer entre 1973 y 1984, en la que se registran documentos y se analiza el papel de la agencia en la operación que terminó en uno de los mayores fiascos políticos y militares de Estados Unidos en el siglo XX.
La petición para publicar el llamado Volumen 5 de la obra de Pfeiffer fue presentada en 2011 por el Archivo de Seguridad Nacional (NSA), organización establecida por académicos y periodistas para obtener documentos clasificados de política exterior y asuntos gubernamentales, basándose en la Ley de Libertad de Información. Hasta el momento han sido divulgados los cuatro primeros tomos del estudio de Pfeiffer.
Garantía de confidencialidad
Pero los representantes de la CIA se oponen firmemente a que el quinto volumen sea publicado, argumentando que es parte del “proceso deliberativo interno de la agencia”.
El panel de jueces les dio finalmente la razón en un veredicto de 19 páginas, emitido el pasado 20 de mayo.
“La prematura publicación de material protegido por el privilegio de un proceso deliberativo interno tendría un efecto de congelación en presentes y futuras decisiones, porque los funcionarios del organismo -al percatarse de que el privilegio se evapora con el tiempo- no tendrían completa seguridad de que sus comunicaciones se mantendrían protegidas. Y sin esa garantía, ellos no podrían sentirse tan libres para emitir ideas y consejos francos y transparentes que permitan ayudar a las agencias a tomar buenas decisiones”, escribió el juez Brett Kavanaugh en su argumentación.
Kavanaugh insistió en que en virtud de fomentar un debate sincero sobre asuntos sensibles en las agencias federales, “el informante o escritor tiene que tener una plena seguridad de que sus valoraciones permanecerán confidenciales”.
El criterio de Kavanaugh fue respaldado por el magistrado Stephen Williams. Un tercer miembro del panel, la jueza Judith Rogers, se opuso a mantener inédito el Volumen 5.
Burka sobre la burocracia
Kavanaugh -coautor junto al fiscal Kenneth Starr del reporte sobre el caso de Monica Lewinsky- fue nombrado por el presidente George W. Bush. Williams fue designado por Ronald Reagan y Rogers por Bill Clinton.
En su alegato de 10 páginas, Rogers discrepó de sus colegas argumentando que la CIA no había demostrado cómo la publicación del documento clasificado “comprometería el proceso de decisiones de la agencia e invalidaría discusiones sinceras sobre el desempeño de sus funciones”.
Rogers se opuso también al argumento esgrimido por el gobierno estadounidense de que el contenido del Volumen 5 “podría confundir al público”.
El veredicto judicial fue duramente fustigado por el NSA, que está adscrito a la Universidad George Washington.
“La decisión del tribunal lanza un burka sobre la burocracia”, dijo Tom Blanton, director del NSA, en un comunicado.
Blanton recordó que los presidentes estadounidenses sólo reciben un plazo de 12 años para retener sus registros después de haber cesado en el cargo y la Junta de la Reserva Federal libera sus transcripciones literales después de cinco años.
Brigadistas quieren saber
“Pero aquí el Tribunal del Circuito de Columbia ha dado inmortalidad para los proyectos de la oficina histórica de la CIA, porque, como afirma la CIA, esos proyectos podrían ‘confundir al público’, lo que aplicado a los contenidos de los Archivos Nacionales de Estados Unidos, significa retirar de las estanterías más de la mitad de lo que contienen”, agregó Blanton, quien opina que a partir de ahora “los burócratas tendrán total discreción para retener lo que quieran”.
Félix Ismael Rodríguez, presidente de la Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos (Brigada 2506) y exagente de la CIA, se manifestó a favor de sacar a la luz el documento en litigio.
“Como veterano de Bahía de Cochinos estaría encantado en que se publicara el documento… Los miembros de la Brigada no tenemos problemas con eso, quisiéramos saberlo todo de aquella experiencia que marcó nuestras vidas hace más de 50 años”.
La decisión judicial cierra un largo capítulo de reclamos por parte del NSA ante el Gobierno de Estados Unidos para sacar a la luz la totalidad del documento The Official History of the Bay of Pigs Operation (La Historia Oficial de la Operación de Bahía de Cochinos), realizada por Pfeiffer.
Tras la publicación de los cuatro volúmenes previos, un tribunal federal rechazó publicar el último segmento de la obra de Pfeiffer, en mayo de 2012. El NSA apeló la decisión durante una audiencia celebrada el pasado diciembre.
Responsabilidad de la CIA
El NSA podría pedir una reconsideración del caso por parte del pleno de jueces del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia o acudir al Tribunal Supremo de la nación. Los demandantes no han decidido aún la próxima estrategia legal.
El prurito gubernamental sobre el Volumen 5 parece estar motivado por el hecho de que Pfeiffer incluye una agresiva defensa del comportamiento de la CIA durante los planes de invasión a Cuba, contrariando un informe interno, elaborado por su Inspector General, que responsabiliza a los jefes de la agencia por el pobre respaldo, la deficiente planificación y la incompetencia organizativa que condujo a la rápida derrota de los brigadistas por las tropas de Fidel Castro.
Pero Rodríguez considera que la posición gubernamental por mantener secreto el volumen puede estar motivada por hechos diversos, desde evidencias de que el presidente Dwight Eisenhower recibió información desde 1960 sobre el envío de cohetes nucleares soviéticos a Cuba, hasta la participación de la CIA en los intentos de asesinar a Fidel Castro en colaboración con figuras de la mafia.
El 16 de abril de 1961, un batallón de 1.500 exiliados cubanos entrenados por el Gobierno de EEUU protagonizó una invasión a Cuba por Bahía de Cochinos. La invasión fue derrotada en apenas 72 horas, consolidando la revolución de Fidel Castro.
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