Tras el lanzamiento hace un año de la versión digitalizada de los Rollos del Mar Muerto, los investigadores que dirigen el proyecto online de la biblioteca del texto bíblico más antiguo encontrado hasta la fecha, han anunciado este martes que ya hay disponibles diez mil imágenes más de los 900 manuscritos que componen el texto milenario.
Los manuscritos digitalizados están expuestos en la biblioteca online León Levy, en fotografías de alta definición e información complementaria sobre cada texto, mientras que la versión real, de más de 2000 años, descansa en el Museo de Israel, en Jerusalén. Las fotografías de estos fragmentos se han realizado en doce longitudes de ondas lumínicas, con infrarrojos de 924 nanometros.
«Hemos usado la mejor tecnología para fotografiarlos, para evitar dañarlos y hemos conseguido incluso afinar el resultado durante este año, con imágenes de cada fragmento por delante, detrás y los lados», comentó a ABC Pnina Shor, directora del proyecto online.
«Además también hay otras actualizaciones, como los comentarios del libro del Éxodo, del de Samuel y de otros manuscritos más, que se han añadido para que sirvan de guía para entender los rollos», explicó Shor. Otro añadido durante este segundo lanzamiento, es que se han incorporado dos idiomas más, el alemán y el ruso, aparte del hebreo, el árabe y el inglés.
«Hemos hecho un estudio de los países que más nos visitan y hemos visto que tanto los estudiosos de los rollos como la mayoría del público que visita la página vienen de Alemania y de Rusia, pero ahora también estamos trabajando en el chino», dijo la investigadora, señalando que cada mes aumentan las visitas desde este país oriental.
Según los coordinadores del proyecto, en un año han alcanzado más de medio millón de visitas, tanto de investigadores de los rollos como de curiosos neófitos en los rollos del Mar Muerto.
Trabajar a destajo
«Ahora tenemos más de 25 mil visitas al mes y el número va a aumentando. Estamos trabajando a destajo, más de ocho horas al día fotografiando los pedazos, pero este proyecto, además de querer colaborar a la sabiduría colectiva, también pretende preservar los rollos, que cada año se deterioran más», comentó Shor, en lo que ella describió como una lucha contra el tiempo.
A pesar de los esfuerzos por preservar los rollos, que estuvieron escondidos durante siglos en una cueva de Qumran, cerca del Mar Muerto, éstos se deterioran inexorablemente, sobre todo debido a que cuando fueron encontrados en 1947, fueron manejados sin ningún tipo de cuidado.
«Se causó un daño irreparable a los rollos, por que se pegaron los fragmentos con cinta adhesiva, se humedecieron y en general, no se los trató adecuadamente, lo que ha hecho que muchos pedazos sean completamente ilegibles», aseguró Shor.
Tras la ampliación del banco de datos de imágenes de los fragmentos este martes, ya hay once mil fotografías de los treinta mil pequeñísimos pedazos que componen los rollos, por lo que el equipo que ha organizado este proyecto no espera completarlo hasta dentro de al menos, un par de años.