Publicado el: 30/11/2013 / Leido: 12092 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
Por: REDACCIÓN BOGOTÁ |
En el Archivo de Bogotá está el patrimonio documental de la ciudad.
Foto: Archivo particularPara Gustavo Ramírez, director del Archivo de Bogotá, esta historia tiene un solo comienzo: el 20 de mayo de 1900, a las 11 de la noche, las Galerías donde se conservaban los archivos de la vida republicana y la historia colonial de la capital ardieron en manos de Emilio Streicher, un alemán que, para cobrar un seguro, incendió, como si se creyera un Julio César o un Nerón, la mayoría de los documentos que conservaban la memoria histórica de la ciudad.
Solo en el 2003, por iniciativa del alcalde Antanas Mockus, se creó el Archivo de Bogotá con el fin de recuperar nuestro patrimonio documental. “El esfuerzo más significativo ha sido romper el prejuicio de que los archivos son instituciones caducas, atiborradas de anaqueles con documentos y legajos empolvados y que pocos consultan”, dice Gustavo.
Para borrar esa estampa academicista de los documentos históricos, el archivo ha incorporado a sus estrategias de difusión otros medios alternativos. Una fototeca con imágenes impresionantes sobre una Bogotá en formación. Las necropsias escritas a mano de la época. Mapas. Grabaciones contundentes de nuestros personajes más sobresalientes: los discursos a viva voz de Galán, los poemas cadenciosos de Eduardo Carranza.
Se trata de una iniciativa que busca rescatarnos de la amnesia histórica que duerme sobre los eventos cotidianos. En una ciudad que parece de todos y de nadie, la única forma de despertar el sentido de pertenencia es a través de su pasado, de su memoria.
Pero no solo de su historia oficial, piensa Gustavo, sino también de la no contada. Por eso, hace un año, se propuso crear la primera hemeroteca distrital de medios comunitarios. La hemeroteca recopila los diarios de cada localidad, de cada barrio, para mostrar la contracara de un pasado que solo cuenta los eventos extraordinarios.
Fue allí donde Lucho Garzón no pudo contener las lágrimas al lado de los padres de familia que sufrieron la trágica muerte de sus hijos en el accidente del bus del colegio Agustiniano, en el 2004.
La nueva hemeroteca
Gustavo nunca sospechó que la revista Macondo, por la que fue expulsado de la Universidad del Rosario, reposaría 20 años después sobre los anaqueles de la nueva hemeroteca que él dirige.
Apenas lleva un año en funcionamiento y ya el edificio cuenta con al menos un registro escrito de cada localidad del Distrito. La mayoría de estos diarios son pasquines sobre temas variados: quejas, peticiones, celebraciones dentro de las comunidades.
Los nombres de estos periódicos no dejan de ser pintorescos. Bosavoz, por ejemplo, se titula el diario de Bosa. Esta construcción monumental no puede convertirse, como suele pasar con todo lo que no entendemos, en una ruina olvidada por sus ciudadanos.
Datos sobre el lugar
- Cuenta con 56 depósitos con capacidad para 1.250 metros lineales de documentos.
- Tiene un área de 21.841 metros cuadrados construidos.
- Hay siete pisos, uno subterráneo.
- A 15 y 17 grados centígrados se conservan los documentos en las aulas.
- Un millón de registros documentales se guardan en total en el Archivo.
- 120 personas, en promedio, visitan el lugar.
- Todos los días hay eventos culturales en el sitio.
REDACCIÓN BOGOTÁ
http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/el-archivo-de-bogota_13235813-4
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