Señaló que el año pasado se enviaron al archivo treinta y cinco mil expedientes y este año ya suman casi treinta mil y conforme a proyecciones solo hay espacio para los próximos cuatro o cinco meses, por lo que es imperioso dotar de espacios y equipamiento a esta área de vital importancia para el Poder Judicial.
Externó el Magistrado que la última ampliación del archivo se hizo hace diez años, y se han optimizado los espacios disponibles, pero el crecimiento de litigios o expedientes en el Poder Judicial ha sido sustancial en los últimos años, tan solo en el presente año se espera cierre con cuarenta y cinco mil litigios de ciudadanos en busca de justicia.
González de Luna explicó que por disposición legal deben conservarse todos los expedientes litigados en el Poder Judicial, razón por la cual son considerables los documentos archivados.
Afirmó que pensar en una idea modernizadora que permita el archivo en medios electrónicos, requeriría de una reforma a la ley en la materia para que se determine que la información archivada en este formato tenga la validez de un original, por lo que se analiza esta posibilidad, que requeriría además de la capacitación y equipamiento correspondiente.
El archivo judicial instalado en un espacio de 500 metros cuadrados en dos niveles alberga expedientes de 1951 a la fecha, ya que los anteriores se encuentran en el archivo histórico del Estado, donde se pueden apreciar contratos incluso de compraventa de esclavos, el testamento de José María Chávez, entre otras cosas.
González de Luna destacó el funcionamiento del sistema archivístico del Poder Judicial, y para hablar de éste es necesario hacer mención del término documento, refiriéndonos a él como toda aquella información susceptible de ser consultada, independientemente del soporte que la contenga.
La importancia de este término gira en torno al interés que nos ocupa, que es la situación, y por ende la concepción, de los archivos en la administración pública; concepto de archivo que a su vez tiene dos connotaciones: una en el sentido estricto y otra en el sentido amplio.
En la primer acepción del término archivo, se concibe a éste como el documento o conjunto de documentos orgánicamente producidos por una entidad pública. En la segunda acepción, la que generalmente a la mayoría de los servidores públicos se nos ha dado a conocer, es la que lo concibe como indicativo de lugar, es decir, el edificio, local, bodega, etcétera.
Sin embargo, este segundo término, el sentido amplio de la palabra, es un universo conceptual en el que orbitan el edificio adecuado con su equipo mobiliario y de seguridad que ameritan; la estructura orgánica, legislativa y políticas internas que rigen su funcionamiento; y los elementos más importantes: el recurso humano, las personas que piensan y actúan, las que planean y ejecutan, las que hacen operativo el sistema.