Publicado el: 09/11/2014 / Leido: 14081 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
XII Congreso Argentino de Archivística
“Historia. Sociología. Las Fuentes Documentales. Los Archivos”
5 6 y 7 de Noviembre de 2014. Salón Auditorium Dr Rafael Villagrán. Avda. Belgrano 1349 . Ciudad de Salta. Salta - República Argentina
Titulo del Trabajo: Repositorio de memorias. ¿Qué dicen de genocidios y resistencias los archivos de la represión?
Lic. Gladys Estela Loys / Cátedra Libre de Derechos Humanos FHCSyS -UNSE /Asoc. Memoria Verdad y Justicia; Responsable del Proyecto de Extension y vinculación 2013-2014 (SPU) “De genocidio(s) y resistencia(s)¿Qué dicen los Archivos de la Represión? “1
Luis Garay
Instituto Espacio de la Memoria/AMVJ/ Cátedra Libre de Derechos Humanos-FHCSyS- UNSE Integrante del Proyecto “De genocidio(s) y resistencia(s)¿Qué dicen los Archivos de la Represión?
Espiar y hacer desaparecer, uno seguido del otro refuerzan el dispositivo necesario, pero no el único, con que el Terrorismo de Estado, perpetra crímenes contra la humanidad y busca impunidad. De eso se trata, entre otras muchas prácticas contra la vida humana, el genocidio.
Para conocer las características específicas que asumió el genocidio en la provincia, los actores involucrados en ello, los dispositivos institucionales y extra institucionales puestos en funcionamiento para su concreción, las modalidades, en suma, que fue tomando el borramiento, nos organizamos desde un Proyecto de Extensión y Vinculación (SPU) “De genocidio(s) y resistencia(s). Qué dicen los Archivos de la Represión” que da título a esta comunicación. Fue pensado como un espacio de encuentro para distintas instituciones: Cátedra Libre de Derechos Humanos (Cátedra de DDHH FHCSyS_UNSE), Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Santiago del Estero( AMVJ), Instituto Espacio de la Memoria de Santiago del Estero (IEM)2, y el Instituto de Estudios para el Desarrollo Social (INDES-FHCSyS_UNSE), algunas de las cuales vienen trabajando largamente en ello, y definimos que el conocimiento se generaría como insumos para oficinas de justicia y organismos de derechos humanos que tramitan causas en los juicios por delito de lesa humanidad que se instruyen en la provincia.
Una forma de llegar al conocimientos de lo que buscamos saber es accediendo a lo que hoy denominamos archivos de la represión. Materiales clasificados en distintas dependencias del Estado que guardan información sobre personas, sobre aspectos de muy diversa índole pero coincidentes en el propósito con que fuera utilizada, materializan en dispersión las formas con las que se valió el servicio de seguridad para ejercer la represión de lo considerado oponente. También existe documentación que refiere a la represión, se trata en éste caso, de testimonios vertidos en denuncias realizadas ante organismos de derechos humanos de la provincia y en audiencias por juicios a delitos de lesa humanidad. Santiago del Estero suma en materia de archivos de espionaje una particularidad:
“Santiago del Estero es una de las pocas provincias donde fueron encontrados los archivos de espionaje político que, de modo confidencial incluso clandestinamente, realizaron los Departamento de Informaciones Policiales (DIP/D2) de cada policía local. En diciembre del año 2003 fueron presentados dos pedidos de habeas data que dieron lugar al allanamiento del edificio donde funcionaba el archivo del D2 por orden de la justicia federal y provincial Se estima que la cantidad de informes de inteligencia ronda los cuarenta mil legajos, incluyendo documentación variada: desde legajos de ciudadanos santiagueños -que incluye registros de seguimientos sobre sus actividades públicas y privadas, ficha de antecedentes, prontuarios, informes ambientales, declaraciones indagatorias, etc.-, y carpetas departamentales –que contienen partes policiales diarios sobre las novedades producidas en cada localidad del territorio provincial en los “factores” políticos, gremiales y estudiantiles
A diferencia de los archivos de las organizaciones, este tipo de repositorio contiene documental producido a través del espionaje, la delación, interrogatorio bajo tortura, con el objeto de obtener “pruebas” que habilitaran la posterior detención/desaparición de los militantes colocados bajo sospecha de lo que se denominó delito subversivo. Luego de la clausura del DIP en diciembre del año 2003, sus legajos quedaron constituidos en elementos de prueba de la causa seguida contra los Juárez por espionaje ilegal y los juicios a los represores llevados a cabo en la provincia. A la fecha los legajos del archivo del D2 permanecen bajo custodia judicial y su consulta se encuentra verdad (Celeste Schnyder INDES- FHCSyS UNSE integrantes del proyecto de Extension Universitaria” De genocidio(s) y resistencia(s). Qué dicen los Archivos de la Represión”)
Encontrándose todo lo referido en estado de dispersión, es decir que no cuenta a la fecha, en la provincia, con una entidad que los reúna, y en preservación y resguardo obre como repositorio para su estudio, para la verdad y la justicia que la Argentina se encuentra tramitando, entre otros y como otros objetivos de investigación que permitiría realizar.
Todo lo mencionado, que comprende lo que llamamos archivos de la represión, no circunscribe el único lugar donde identificar lo que co- constituye al borramiento1 y donde investigar para comprender cómo opera su mecanismo en la consolidación en perennidad de prácticas genocidas, pero siendo un lugar de estudio, nos ha reunido en esa tarea, la que nos tiene en un proceso con el que vamos dando forma a un proyecto de trabajo grupal, en equipo, con objetivaciones logradas, siendo la central la que dio estructura y conformación al propósito principal: la elaboración del Proyecto de Ley para la creación del Archivo Provincial de la Memoria,(2011- 2014), porque, consideramos que sin ser el archivo el único lugar para su estudio, es insustituible en su potencial valor para esclarecimientos.
Otros proyectos acompañan la gestión de consecución del Archivo Provincial de la Memoria, un Seminario anual Memoria de Genocidios y Resistencias (2013) y el Proyecto de Extensión De genocidio(s) y resistencia(s). Qué dicen los Archivos de la Represión, 2014 actualmente en ejecución, la característica que destacamos de este equipo y los proyectos es el de haber invertido algunos parámetros de formulación: Por un lado a) Conformar un grupo de trabajo con el conocimiento, con objetivo de constituirnos como tales en el proceso de producción, de consolidarnos y unirnos sin diluir en las propuestas de proyectos institucionales que podamos elaborar, a las variadas procedencias que somos( composición mixta universidad- organismos de derechos humanos, estudiantes, graduados, profesores, interdisciplinaria) ; b) y hacer público el proceso que protagonizamos, enriqueciéndolo en su comunicación. Por otro lado 1) No desligar las acciones que emprendemos del sentido de lo que buscamos saber; 2) haciendo presente que las condiciones de posibilidad para los proyectos de cambio son un contexto en construcción; y 3) vigilando la relación permanente y permanentemente amenazada de des-vinculo que cabe entre :- producción objetivada/acciones; y, constitución de subjetividades/equipo en pro-yecto.
Acciones de extensión y docencia por la recuperación de archivos de la represión
La historia de la Cátedra de DDHH hace al proceso de conformación del equipo y a la formulación del proyecto de elaboración de la ley por la creación del Archivo provincial de la memoria. Siguiendo su trayectoria de 10 años tras los objetivos de dar tratamiento a temas y problemáticas referidas a la memoria sobre el genocidio, con atención activa en la búsqueda de verdad y en el pedido de justicia a los crímenes cometidos por el Terrorismo de Estado, firma en el año 2011 un convenio de cooperación en tareas para la consecución de un Archivo Provincial de la Memoria, propuesto como iniciativa de la Asociación por la Memoria la Verdad y la Justicia (AMVJ) organismo de derechos humanos) y del Instituto Espacio de la Memoria (IEM), se compromete en este convenio al mismo tiempo que el Instituto de Estudios para el Desarrollo Social (INDES- FHCSyS) teniendo como objetivo central la elaboración del proyecto de ley de creación del Archivo Provincial de la Memoria y la gestión del mismo.
El poner en agenda, interesar y con-mover con el tema a la comunidad universitaria activando la gestión por el archivo tomó forma entre otras actividades en un Seminario anual que llamamos, dada la temática a debatir: “MEMORIA DE GENOCIDOS Y RESISTENCIAS”, que fue haciendo visible el propósito de consecución de un Archivo de la memoria y sensibilizando de su necesidad.
Genocidio. El concepto y su alcance
Genocidio comprende, para quienes hacen interpretación jurídica de lo que fue el borramiento, conceptos muy diferentes sobre el mismo hecho histórico sufrido en Argentina. Significó un nudo en la tramitación de los juicios por crímenes de lesa humanidad en nuestro país. Definir si se trataba de genocidio o de lesa humanidad el carácter de los crímenes del Terrorismo de Estado dividió las aguas, aun sin franquear, entre querellantes a lo largo del país, una vez que tuvieron que alegar por sentencia. Abordar su tratamiento, estudiarlo, llevar el debate a otro escenario, pero sobre todo poner al conocimiento disciplinar, científico, artístico disponible en el espacio académico a interactuar con lo político y lo jurídico, para cuestiones urgentes como la referida, fue una propuesta que nos pone y nos puso nuevamente a nosotros mismos frente a la definición y decisión: ¿tomamos postura? La trayectoria de trabajo en la cátedra desde la enseñanza en el aula, inclinó hacia la postura de acercar información, disponerla y propiciar su circulación y apropiación, antes que ocupar el espacio con un pronunciamiento, aunque de hecho tengamos una clara idea de lo que pensamos al respecto, sin escamoteos, y los pronunciamientos los realicemos en otros espacios.
Los principales objetivos teóricos-políticos del seminario fueron los de esclarecer qué tanto las posturas vigentes en los querellantes basaban su diferencia más en criterios estratégicos- políticos antes que conceptuales por un lado, y dejar establecido por otro, que estudiar el genocidio, los genocidios, demanda condiciones que había que crear, y que ello remitía directamente a la falta de un archivo, centro de documentación, o equivalentes, sobre el pasado reciente, idea esta que sostiene nuestras actividades a favor de su creación. Señalando así por otra parte una vacancia en las instituciones académicas respecto del conocimiento científico más aun, la ausencia de la puesta en consideración del papel que le cabe a las instituciones educativas en la creación de las condiciones de estudio. Al propio interior del equipo este seminario fue un hito, por su aprendizaje práctico, y por hacer explicito como tema y desde el inicio las condiciones de posibilidad, como un contenido a aprender y a crear, estudiando el modo de hacerlo, de las formas, los contextos, para erradicar la idea de que el conocimiento que se quiere alcanzar ya está dado, a la mano, al alcance, y de todos. Ya que apareja el riesgo de negar la desigualdad de acceso en los puntos de partida, y de recursos, para distintas personas, grupos o colectivos etc., entre la larga lista que se podría mencionar, que solo ilustra lo oculto que se encuentra del plano simbólico la materialidad que este porta, y con ello las desiguales dificultades para acceder al bien social que es el conocimiento. Naturalizamos la existencia de “proyectos”. En el mundo académico convivimos con ellos. Están ahí ante nosotros y poco, más bien nada sabemos de la trama que lo gestó, el circuito que recorrió, los obstáculos a que se enfrentó, lo que tuvo en aciertos por elección de lugar, tiempo y personas ante quien presentarse. Cómo hacerlo, lo que hay que saber en suma, y que es lo que constituye un currículum oculto que hay que aprender probando sin que exista espacio curricular para su enseñanza, solo se sortea y a veces en solitario, como condición de éxito.
Sostenemos que una de las condiciones de posibilidad para el estudio del genocidio es la conformación de un Archivo Provincial de la Memoria. Permitiría, por un lado, reunir en un mismo espacio la documentación relativa a la represión, hoy dispersa, y poner en dialogo las distintas fuentes de información a los fines de colaborar con la investigación judicial sobre responsables, lugares de detención y enterramiento. Además, recuperar el repositorio del D2 para la investigación histórica y judicial permitiría la identificación de algunas de las prácticas sociales genocidas. En efecto, los informes de inteligencia política dejan entrever parte de la lógica que dinamizó este dispositivo institucional como el D2 en particular y al proceso genocida en general. Los sentidos sociales que construyen la figura de la sospecha (de ayer y de hoy), las lógicas de clasificación, los sectores de la población colocados bajo sospecha policial, las prácticas articuladas para su disciplinamiento, los agentes intervinientes en los circuitos administrativos puestos en marcha para la detención/desaparición, las cadenas de mando, las áreas de responsabilidad, las visiones legitimadoras que subyacen a los procedimientos.
Desde septiembre del 2011, en reuniones regulares, iniciamos un primer borrador de proyecto y gestiones para su consecución. En paralelo movilizamos a la comunicad científica y académica pidiendo adhesión a favor de la obtención de esta demanda. A principio de 2013 concretamos la primera entrevista con un funcionario de nivel nacional, conscientes de la pertinencia de ese despacho para este petitorio, tal el conocimiento que habíamos construido en la experiencia de militancia en el campo de DDHH en estos años, sobre la composición del entramado político, oportunidad y lugar para su viabilización. Esta primera gestión devino en derivación al ámbito jurisdiccional provincial para su tramitación y ello trajo la necesaria ponderación de un nuevo escenario de actuación, junto a la incorporación de nuevos actores, no previstos por la comisión del convenio para esa etapa del proceso de consecución, le dio otro carácter a la petición, abrió a otros aspectos, que vinieron de la mano de los nuevos grupos de DDHH, que pidieron su incorporación, y llevo a reconsiderar los términos de la formulación de la ley, reelaborándola, para dar lugar en el papel a la inclusión de estos nuevos actores. Las discusiones arribaron a consensos, con la lógica demora y resignación de aspectos valorados oportunos y pertinentes por parte de cada cual al momento inicial. Es decir, como todo proceso político, se configuró un espacio de tensiones, con diferencias, pero coincidentes en la demanda de justicia, un espacio de intercambios, y consensos mínimos sobre el contenido de la ley propuesta.
Las reuniones recogieron las instancias de diálogo en las que con amplitud se dirimieron las diferencias puestas a discusión, traducidas en opiniones con las que cada organización creía ver el carácter de una ley que garantizara a futuro la preservación y uso de la documentación del archivo de la memoria, acorde a fines de investigación científica y judicial, y a objetivos democráticos y de respeto de los DDHH en la provincia.
En estas instancias, se ponen de manifiesto la heterogeneidad de los organismos que forman parte del “colectivo de derechos humanos”. A partir de las diferencias y disputas por “crear sentido” a las demandas de memoria, verdad y justicia, que incluyen las posturas que van desde comprender “la reparación” a través del resarcimiento de proyecto individual de vida que se vio truncado por la experiencia genocida y sus posteriores -¿actuales?- prácticas sociales; a miradas que ponen el énfasis en las dimensiones sociales-culturales-políticas de la “reparación”. Posturas que atribuyen a otros parcializar la mirada histórica “deteniéndose en la década del setenta” y adjudicándose a sí mismos una postura amplia que incorpora el momento actual y la defensa de los derechos humanos que aún hoy se siguen violando. ¿Posturas opuestas? Más bien complementarias, si nos proponemos mirarlas como un espacio de lucha, de conflictos, pero también de acuerdos y de consensos, que en definitiva ponen en tensión la idea misma de DDHH como un todo homogéneo, así como también “el alcance” y los actores que nos organizamos para defenderlos y promocionarlos. (Paulo Margaria APDH integrantes del proyecto de Extension Universitaria De genocidio(s) y resistencia(s). Qué dicen los Archivos de la Represión)
Gestando condiciones de posibilidad para un centro de documentación sobre memorias del pasado reciente
El espacio, equipo y línea de trabajo está en gestación tanto en lo que hace a sus prácticas de consecución de condiciones de investigación como en la producción de desarrollos conceptuales. Eso lo torna plástico, abierto y vislumbrante de muchos posibilidades de acción siendo una fortaleza es al mismo tiempo el modo posible de diluir, cabe tanto que puede querer hacerse todo, con riesgo al fin de no lograr nada. Atentos a ello, definiendo ideas y convicciones, recortamos circunscribiendo nuestras áreas de trabajo: Creemos que el saber la verdad no basta, hay que transmitirla, hay que probarla, hay que legitimarla, en definitiva hay que construirla, para que sea realmente una garantía de compromiso y “…colocada así en la categoría de promesa [dice Wlasic] la meditación sobre el mal puede ser arrancada de la deploración infinita y de la melancolía que desarma y más, fundamentalmente aún, del círculo infernal de la inculpación y la exculpación…”34. Estamos tomando parte de procesos que implican llegar con ella a la consecución de justicia. Con una verdad que no es sólo judicial, ni solamente histórica, y creyendo que lograrlo no sólo demanda procesos jurídico-judiciales, sino también procesos de configuración de memorias públicas que articulen nuevos sentidos de derecho. Sabemos que no basta con verla marcada a fuego en los cuerpos, o sentirla descarnada en los miles de testimonios de los sobrevivientes, quienes dan cuenta del horror, que es todo eso y aún más.
Es la verdad entendida como el resultado de un proceso sostenido por políticas. Capaces de generar y sostener a lo largo de dicho proceso, espacios que articulen los elementos que la van constituyendo, numerosos hilos de una compleja y apretada urdimbre, sobre cuya trama van aflorando voces, cuerpos, silencios, ausencias, que ponen evidencia, nombrando el horror, rasgando el velo de los otros relatos, aquellos que lo silencian, que lo ocultan, que lo borran. Esa verdad pide las necesarias acciones políticas que la sostengan; y hace visible lo necesario del desempeño de un rol activo de las instituciones del estado –a distintos niveles y jurisdicciones- para socavar las condiciones de posibilidad de la repetición. Esta tensión sostenida permanentemente en principio desde los más lejanos márgenes, es la que moviliza y fuerza a generar políticas públicas que creen las condiciones de posibilidad política y técnica, para que esa verdad que aflora, y pone en crisis el relato del “no me acuerdo”, o peor aun el de la justificación del horror, con el que los perpetradores del genocidio buscan su propia impunidad, se convierta en la convicción de toda una sociedad, garantía del no retorno al Terrorismo de Estado, práctica naturalizada a lo largo de nuestra historia social y política. Y porque entendemos que el problema de “… la verdad excede a la tarea de los jueces…”, tal como sostiene Eduardo Barcesat5, el proceso penal que reconstruye los hechos, que no son la verdad de lo sucedido, pero se aproxima lo más posible, es el escenario elegido en donde se dirimen estas confrontaciones hasta lograr una verdad judicialmente demostrada, es que proyectamos nuestro aporte para que esta historia no se repita.
Creemos indispensable trabajar articulándonos como actores sociales, vigilantes de nuestra concepción que historiza las relaciones entre el derecho y la política y sus formas de constitución recíproca, de nuestra creencia en la legítima movilización y actuación de distintos actores provenientes de distintas disciplinas y experiencias. Desechando la idea de la exclusividad de la actuación del derecho constituido al presente sumando nuestro proceso que despoja a la norma, en alguna medida, del plano de la abstracción para anclarla en los cuerpos y en los hechos. De esta manera, creamos condiciones de posibilidad para desplazarnos de la pregunta sobre la voluntad del legislador a la de las necesidades concretas, históricas pero vivas de justicia.
Trabajamos, el grupo original, inicialmente en la elaboración de un proyecto de ley para la creación de un Archivo Provincial de la Memoria y una comisión Provincial de la Memoria, que lo regulara con la participación de las organizaciones de DDHH de la provincia. Tomamos contacto con archivos y comisiones de distintos lugares del país: tuvimos en cuenta leyes nacionales, antecedentes e iniciativas anteriores en la provincia, para componernos un estado político de la cuestión y ajustar en ese vértice la demanda.
En ese entendimiento fuimos allí como grupo formado por instituciones universitarias como la Cátedra de DDHH y el INDES, organismos estatales como el IEM de Santiago del Estero y la AMVJ de familiares de detenidos desaparecidos y ex-presos políticos, organización no gubernamental constituida por familiares y querellantes. Asociados con la idea de contribuir con sus aportes a la construcción de condiciones que posibiliten la ampliación de los niveles de participación entre estos ámbitos y los judiciales. Proponiendo para ello, el establecimiento de canales formales de comunicación y cooperación, con el objetivo de generar a través de ellos un fluido intercambio de recursos humanos y técnicos, junto a la elaboración y gestión de ley y comisión de Archivo de la Memoria. En el presente año, 2014, formalizamos los contactos e intercambios que se venían dando de hecho, entre el Ministerio Público Fiscal Federal de nuestra provincia, la AMVJ querellante y la Cátedra de DDHH, y se dio la posibilidad de incorporar a esta iniciativa nuevas instituciones universitarias como el INDES, cosa que fue compartida con quien está a cargo de este Ministerio como fiscal de distrito la Dra. Indiana Garzón; con quien se iniciaron las tratativas para concretarla.
También aquí obró un acumulado de experiencia de militancia en el campo de los DDHH. Entendimos necesario iniciar conversaciones con las autoridades de la Procuración General de la Nación y de la UNSE. Informarles acerca de las intenciones del grupo. Explicarles la importancia de los objetivos que se perseguían con esta iniciativa. La necesidad de concretarla a través de la firma de un convenio marco entre ambas instituciones, como un primer paso. Este debía dar cobertura institucional para concretar un segundo paso, que consistía en la firma de actas complementarias. Las que permitirían la cooperación entre ámbitos más específicos, por un lado la Fiscalía de Distrito, por ser quien lleva adelante la prosecución de las causas por crímenes de lesa humanidad en Santiago del Estero, y por el otro la FHCSyS por ser el lugar de residencia y constitución de nuestro grupo. Con consultas y coincidencias se fue dando el proceso, plasmándose en los contenidos que definieron los convenios. El primero fue firmado en ocasión de la visita de la Procuradora General de la Nación a nuestra provincia, en un acto público que contó con la presencia de la Dra. Gils Carbó y de la Rectora de la UNSE. El segundo posterior y recientemente (03/ 06/14) entre la Decana de la FHCSyS y la Dra. Indiana Garzón Fiscal del Distrito. Con ello quedó concretado formal e institucionalmente un espacio más de trabajo que como promesa ofrece las condiciones de posibilidad para enriquecer el esfuerzo de lograr “una verdad judicialmente demostrada” desde la multiplicidad de miradas, de voces y sentidos en diálogo y reflexión permanente sobre el tema que nos convoca, el terrorismo de estado y el genocidio, sobre todo teniendo en cuenta, como dice Wlasic, su importancia para la construcción de una memoria colectiva, entendida esta como la convicción de una sociedad hacia el “no retorno”.-
En torno a la construcción de un lugar físico que albergue institucionalmente la memoria de la represión, esto es: un Archivo Provincial de la Memoria, seguimos nucleados y generando acciones para su consecución, las más tienen que ver con difundir y compartir la necesidad e importancia de su creación a través de actividades de docencia, de formación teórica y técnica del equipo del proyecto6, y de realización de tareas de investigación, y como en este caso que nos trae al Congreso, de buscar espacios comunes en la idea de la importancia del archivo, para fortalecernos en el propósito y sostenernos en las gestiones por lograrlo.
Bibliografía citada
Bibliografía consultada
Dossier Coordinaciones Represivas en el Cono Sur de América Latina 1964- 1991-Vol 1 Nro. 1
URL:http://revistatrazos.ucse.
www.grupodeinvestigacionpirka.
1 Este trabajo retoma aspectos centrales que fueran comunicadas en otro similar presentado en el XI Congreso Argentino de Antropología Social, Facultad de Humanidades y Artes UNR, Rosario, Argentina, en el que trabajaron otros integrantes del proyecto de Extension Universitaria “De genocidio(s) y resistencia(s). Qué dicen los Archivos de la Represión” quienes aquí son citados.
2 AMVJ Organismo de DDHH de larga trayectoria y querellante en juicios por delito de lesa humanidad. El Instituto Espacio para la Memoria es un órgano del Estado, autónomo, tiene un Director y cuenta con un Consejo compuesto por organismos y personalidades del ámbito de los DDHH de nuestra Provincia. El Instituto de Estudios para el Desarrollo Social es un espacio institucional de la Facultad de Humanidades Ciencias Sociales y de la Salud de la UNSE, lugar donde residen Becarios del CONICET, Pasantes en proyectos de investigación, tesistas de grado y posgrado.
3 Usaremos la expresión borramiento siguiendo el sentido que el autor Alexander Hinton (2012) pone en su artículo “Genocidio y borramiento. Un coloquio sobre Camboya, una pintura y formas del conocimiento”, por el alcance que le da a la comprensión que tenemos al pensar en genocidio, desde el acto de destrucción de vida de grupos de personas hasta la destrucción de la cultura.
4 Wlasic, Juan Carlos (2010), citando a Paul Ricoeur en “Memoria, Verdad y Justicia en Democracia: de la impunidad política a la impunidad técnica”, Mar del Plata, EUDEM: 24.
5 Barcesat, Eduardo, “Reconstrucción de los hechos en el proceso”, en Wlasic, Juan Carlos, “Memoria, Verdad y Justicia en Democracia: de la impunidad política a la impunidad técnica”, Mar del Plata, EUDEM, 2010: 32.
6 Dimos tratamiento al tema en un debate público en una Mesa Panel conformada por miembros de organismo de derechos humanos, Fiscalía Federal y Académico especializado. ( 03/07/14) “Antígona y la ley, Entierros y Desentierros. Los enterramientos”. Asimismo en una reunión de trabajos con (14/10/14) miembros del EAAF. Tanto como a través de la difusión en programas científicos de la universidad- UNSE-, radial ( Agosto) y televisivo (septiembre de 2014 )
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