Escritura y personalidad

Publicado el: 04/03/2014 / Leido: 7379 veces / Comentarios: 1 / Archivos Adjuntos: 0

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Escritura y personalidad
La grafología es la disciplina mediante la cual se analiza la escritura con el fin de conocer aspectos del carácter. Tiene diversas aplicaciones.
 
 
 
Li Misol
li.misol@listindiario.com
Santo Domingo

Unas pocas palabras manuscritas o una firma: eso es todo lo que necesita el grafólogo Juan Pablo Rodríguez para conocer aspectos de la personalidad de alguien e incluso descubrir si esa persona tiene tendencias a cometer algún delito.

 La grafología, una disciplina que pretende revelar el carácter de un individuo a través de sus rasgos caligráficos, no es muy popular en República Dominicana, aunque en otros países del mundo tiene aplicaciones en criminalística, banca, psicología y recursos humanos. 

Única
“Como cada quien tiene su huella dactilar, cada persona tiene su estilo particular de escribir y podrá haber escrituras similares, falsificación o manipulaciones, pero no hay escrituras idénticas”, señala Rodríguez, quien eligió el Derecho como primera carrera, realizando luego varias maestrías y cursos en Grafología y Psicología Forense. 

 El experto, quien trabaja y reside en San Francisco de Macorís, ha realizado varios estudios grafológicos a delincuentes juveniles y personas privadas de libertad por violencia de género y ha podido constatar lo reveladora que es la escritura. 

“Lo que escribimos es capaz de manifestar la personalidad, el nivel de escolaridad, habilidades, inteligencia y emotividad de una persona”, destaca. 

Añade que con solo perdirle a alguien que escriba lo que siente en una hoja en blanco es posible conocer el estado de ánimo, identificar tendencia a la agresividad, a los delitos socioeconómicos, a la violencia de género, al robo, al suicidio, a la agresión sexual, al asesinato y otras conductas psicóticas.

Historia
Según comenta Rodríguez, la grafología es de las primeras manifestaciones de la personalidad humana sensibles de medición. 

“Aristóteles fue de los primeros en definir los conceptos, pero ya en China y Japón la nobleza se determinaba por el estilo de la escritura y el talento caligráfico”, asegura el grafólogo.  

El ser humano siempre ha sentido la necesidad de plasmar gráficamente su sentir y luego ha sentido también la necesidad de interpretar esos gráficos y símbolos, buscarles un sentido. 

La curiosidad comienza con las pinturas y dibujos rupestres hallados en las cavernas, que fueron las primeras manifestaciones ideográficas. Luego las culturas antiguas fueron adquiriendo símbolos, primero la escritura cuneiforme, luego jeroglíficos hasta llegar a la escritura alfabética, en la que a ciertas figuras se les asignó sonido y la evolución culminó en el abecedario. 

La grafología y sus secretos
La grafología ha tenido uno de sus campos de aplicación más exitosos en el área de los recursos humanos. 

“En Europa no se acepta una solicitud de trabajo si no la haces manuscrita, de hecho esto se incluye en una norma ISO estandarizada que regula la selección de personal en empresas”, indica Juan Pablo Rodríguez, abogado y grafólogo. Añade que lo mismo ocurre en las oficinas del Departamento de Estado en EE.UU.

A pesar de ello, la grafología es considerada por la mayoría como  una pseudociencia. En República Dominicana su aplicación existe, aunque es escasa. “Creo que no hemos sido muy visionarios al auxiliarnos de ella”, dice Rodríguez. 

Prevención
Apunta que en el país se entiende que documento copia y grafotecnia con sinónimos de grafología, pero no es así. Documento copia, practicada por peritos calígrafos, trata de examinar la autenticidad de un documento, revisar si hay alguna adulteración. En cambio la  grafotecnia consiste en determinar si una firma es real o falsa. Ambas deben auxiliarse en la grafología para penetrar en el mundo interior, la personalidad de esa persona que cometió el delito. 

Rodríguez realizó estudios grafológicos en San Francisco de Macorís, uno de ellos con personas privadas de libertad por violencia de género y con delincuentes juveniles. Los hallazgos fueron sorprendentes, sobre todo en el de las personas más jóvenes. 

“Tengo una certificación del centro de rehabilitación donde realicé el estudio, en este se describe el hallazgo de que los jóvenes sufrían de depresión y compensaban la inestabilidad de ánimo con la comisión de delitos para subir la adrenalina. A nivel preventivo estos estudios son herramienta eficaz, lo penoso es su uso en criminalística, porque ya tienes un cadáver”, dice. 

La grafología podría revelar tendencias socio y psicopáticas en la niñez y la juventud temprana que pueden ser tratadas a tiempo por un experto en la conducta humana. Asimismo en los adultos conocer alteraciones de la personalidad puede ayudar a prevenir desgracias. 

Cuando una persona es encontrada muerta aparentemente por su propia mano y con una nota manuscrita cerca, Rodríguez critica que en el cien por ciento de los casos en el país estos casos se cierran declarándolos suicidio. “No se toma la nota ni se estudia para saber si el estado de ánimo se correspondía con esa acción, ni siquiera para saber si era la letra del difunto”, revela. 

En psicología
Rodríguez considera que la grafología debería ser parte de la formación de cada psicólogo para que sea posible examinar la personalidad de un individuo desde varios puntos de vista. “Son ramas que se complementan”, opina. 

El famoso psicólogo Sigmund Freud estudió la escritura y su relación con la psique. En psicología existe el llamado Lapsus linguae, cuando al hablar se confunden las palabras de una frase, por ejemplo: “Dame la puerta para abrir la llave”. Freud determinó que lo mismo ocurre por escrito, el Lapsus Calami, y es sensible de estudio. 

Según Rodríguez, la grafología se podría aplicar en todas las ramas de la psicología. En psicología industrial y organizacional sería de ayuda en la grafoselección de personal; en psicología clínica puede aplicarse para la grafoterapia y en psicología general podría complementar en el área forense y en grafología preventiva. 

El grafoanálisis
Juan Pablo Rodríguez comenta que para realizar un grafoanálisis el grafólogo debe valorar primero los géneros grafológicos, que son: la dirección, el tamaño, la forma, la inclinación, el orden, la velocidad y la continuidad de los grafemas (letras).

“Después entras a los gestos tipo, que son rasgos que defines al iniciar un grafema (letra) o al terminarla, una característica, puede ser un final en masa, o muy grueso, final en aguja o en forma de arpón. También analizas morfológicamente los grafemas y los estudiamos para definir el perfil”, explica. 

No hay que olvidar que algunos rasgos de la escritura pueden ser hereditarios o estar influidos por el ambiente o por el proceso educativo vivido por cada individuo.  

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ALGUNOS RASGOS DESTACABLES
Letra pequeña:
Revela a personas reservadas económicamente, que a veces tienen que luchar con su autoestima, se les dificulta adaptarse a las circunstancias y reflejan un yo disminuido. 

Letra grande:  Muestra un yo superlativo, una persona que trata de imponerse, con afán de dominio, personalidad fuerte 

Letra recta: Una escritura muy vertical y recta habla de rectitud, de intolerancia, de ciertos niveles de irreflexión, de personas donde predominan el sentimiento y no la razón. 

Letra inclinada: Indica que se trata de una persona a la que le gusta relacionarse, que tiene una buena capacidad de adaptación. 

Análisis de la firma: Analizar grafológicamente una firma incluye valorar los grafemas que incluye, su tamaño y forma; pero sobre todo si esta es legible o no, qué tan separada se encuentra del texto (si aplica), la rúbrica, cualquier símbolo añadido y si hay alguna inicial que destaca por sobre otra, entre otros aspectos.  

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Publicado el: 04/03/2014 / Leido: 7379 veces / Comentarios: 1 / Archivos Adjuntos: 0

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Comentarios

Buena la información publicada. Gracias

Diana Sánchez (08/03/2014)