Documentos en judeo-persa descubiertos en cuevas de Afganistán

Publicado el: 17/10/2013 / Leido: 7486 veces / Comentarios: 1 / Archivos Adjuntos: 0

Compartir:

Esc. Esther Mostovich de Cukierman para CCIU

Documentos en judeo-persa descubiertos en cuevas de

 

 

Afganistán



Gentileza de la Esc. Esther Mostovich de Cukierman para CCIU

Hace unos meses, la Biblioteca Nacional de Israel anunció la compra de 29 documentos que provienen de un depósito de manuscritos antiguos, escritos en letras hebreas y árabes, encontrados en cuevas del actual Afganistán. Antiguamente, esta zona era parte del Imperio Persa. Son cuevas en lugar montañoso, al estilo de las cuevas del Mar Muerto (1). Hay dos versiones de cómo se realizó este nuevo descubrimiento. La más difundida dice que fueron encontradas por casualidad, por habitantes de la zona. Otra afirma que aparecieron al peinar el terreno en la búsqueda de los cuarteles de los dirigentes talibanes. Las cuevas han sido usadas modernamente como escondite por los pueblos talibanes de la zona. Hay también pequeños poblados que han adaptado las cuevas como viviendas, excavando parcialmente los espacios para ampliarlos.

De acuerdo a la ley hebrea, no se destruyen escritos que contengan los nombres del Señor, porque se consideran un tesoro. Una copia de la Torá (Pentateuco) no es apta para lectura si una sola letra está dañada, pero  no se puede tirar. Son folios que merecen gran respeto, los rabíes del Talmud (2) fijan como jurisprudencia, que se los entierra  en un cementerio judío. Mientras no se entierran, se guardan en una “Geniza” (depósito, lugar seguro, puede ser cuevas en montañas, el altillo de alguna sinagoga). La práctica llevó a depositar en lugar seguro no solamente manuscritos de Torá, también sus comentarios, los tomos de Talmud, libros de rezos, respuestas rabínicas a temas concretos y todo documento escrito en letras hebreas, cartas, contratos, aunque eventualmente se trate de trasliteraciones de cualquier otro idioma, escrito en letras hebreas.

Según los reportes, aparecieron en estas cuevas de Afganistán varios cientos - no son miles - de documentos. El descubrimiento de este archivo, que ya se conoce como “la Geniza afgana”, ha sacudido al mundo de los eruditos que estudian manuscritos antiguos y al de los comerciantes que los compran y venden. La Biblioteca Nacional de Israel no quiso revelar el precio de su compra, solamente se sabe que las negociaciones de adquisición demoraron alrededor de un año. 

¿Cómo es posible la existencia de un depósito de esas características en la zona montañosa de Afganistán? En el siglo XIX había unos 40.000 hebreos en todo el país, a partir de ahí comenzaron a disminuir. Frente a la presión para convertirse al islam algunos hebreos huyeron, otros se convirtieron y se asimilaron al medio. A mediados del siglo XX sólo quedaban unos 5.000; unos cuantos emigraron a Israel después de la creación del Estado en 1948 y otros más lograron ser aceptados en Estados Unidos después de la disolución de la ex Unión Soviética.

Comunidades judías se han asentado en tierras persas desde hace muchos siglos. Una posibilidad es que llegaron a lo que hoy es Afganistán ya en el siglo VIII a. e.c., a partir de la caída del Reino de Israel bajo los asirios ¿Cómo pudo eso suceder? 

Al fallecer el rey Salomón, su reino se divide en dos. El “Reino de Israel” al Norte, con diez tribus (3) del primitivo pueblo hebreo y capital en Samaria. El “Reino de Judá” al Sur, con dos tribus hebreas y capital en Jerusalem. La tribu de Leví, sacerdotes, maestros y funcionarios administrativos, repartida entre los dos reinos. La destrucción y el exilio del Reino del Norte, en el siglo VIII a.e.c. pueden verse en el marco de la política de expansión de los asirios, con gran fuerza militar. Por otro lado, el libro bíblico II Reyes (4) explica que esa es la voluntad del Señor, que ha decidido castigar a los impíos israelitas. El profeta Isaías (5) declara que el Eterno ha designado a los asirios “la vara de Mi enojo”.

Tiglath- pileser III (rey de Asiria entre 745-727) se vanagloria de haber conseguido al Reino de Israel como vasallo e imponerle tributo. La Biblia corrobora que con este rey sucede la primera ola de deportación de hebreos del reino del Norte hacia tierras asirias. Su sucesor, Shelmaneser V (rey de Asiria del 727 al 722 a.e.c.) pone sitio y vence a Samaria, la capital del reino del Norte (El libro II Reyes cuenta el mismo episodio (6)). De esta segunda campaña militar asiria resulta la segunda ola de deportaciones de israelitas. Las estelas monumentales de piedra, dejadas por Shelmaneser V dicen, al igual que la Biblia, que este rey “llevó a Israel cautivo a Asiria, y lo puso en Halah, en Habor junto al río Gozan y en las ciudades de los medos”. Esos lugares geográficos han sido buscados durante siglos y han obtenido varias alternativas, dentro del antiguo imperio asirio.

El profeta Oseas (7) anuncia la asimilación de esos hebreos dentro de otros pueblos. Es palabra de profecía, válida en todos los tiempos verbales, la asimilación del pueblo hebreo ha sucedido, sucede y posiblemente seguirá sucediendo en el futuro. Las tribus afganas conocidas como “pashtuns” tienen una orgullosa historia oral que habla de su ascendencia israelita, que remontan a Efraín y Manasé, los hijos de José. Se encontraron en distintos clanes de ese grupo nombres como “Yusufsai” y algunas variantes, que parecen ser todas derivadas de Yusuf o José. Algunas costumbres y prácticas de esas tribus que no se ven en los grupos vecinos, parecen ser similares a las tradiciones judías.

Es un tercer rey asirio quien completa la destrucción del Reino de Israel, en el año 720 a.e.c. En el relato que el rey Sargon II hace esculpir en piedra, se vanagloria de haber entrado a Samaria. “y tomé 27.800 de sus habitantes, con sus carros de guerra, y con ellos formé una unidad de 200 carros para mi ejército. Asenté a los demás en el medio de Asiria, y volví a poblar Samaria, trayendo pueblos de las tierras que conquisté con mis manos. Y nombré gobernador sobre ellos y los conté como asirios.” Contarlos como asirios quiere decir: asimilarlos a su población e ingresarlos como soldados a su ejército. 

En la Biblia, el libro de II Reyes y los profetas Amós e Isaías, relatan lo sucedido de forma similar.

No todos los habitantes del Reino del Israel fueron llevados en ese entonces, a Asiria. Nadie discute que aproximadamente la mitad de los integrantes de las 10 tribus que estaban en ese Reino de Norte, se refugiaron en Judá, el Reino del Sur. La tradición refuerza esa mezcla de las tribus hebreas del Norte con las del Sur al decirnos que perdidas las tierras del Reino de Israel, salvo la tribu de Leví, los judíos que habían integrado las otras 11 tribus quedaron mezclados y pasaron a llamarse “Israel”, y así se los conoce hasta el presente. Los descendientes de la tribu de Leví (cohanim, es decir sacerdotes, levitas, es decir maestros y administradores, siguen individualizándose por tradición de padres a hijos, hasta el día de hoy).

Una segunda posibilidad es de hebreos exiliados radicándose en esas tierras del ex imperio asirio a partir del siglo VII, con la caída del Reino de Judá y su capital, Jerusalem. Pero aquí, se radicaron como hebreos, no como población asimilada a los asirios. 

Según cuentan la Biblia y la arqueología , en el año 587 a.e.c. cae el reino de Judá, con la ciudad y el Templo de Jerusalem, bajo el nuevo imperio que ha vencido a Asiria y ahora ocupa sus tierras: Babilonia. Los babilonios incendian el Templo, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalem. Se produce el primer exilio de los hebreos como tales, a Babilonia. Allí comienza a florecer la primera comunidad judía de la Diáspora. Muchos habitantes de Judea se van a Babilonia, pero no todos. Los mismos babilonios ordenan que en Judea se queden los campesinos hebreos para labrar la tierra y pagar diezmo.

Pocos años después, los persas vencen a los babilonios. Los persas pasaron a dominar en ese entonces el mundo conocido, tal como se lee en el libro de Ester (8) “127 reinos, desde India a Etiopía”. Los judíos se desparraman por los distintos confines del Imperio persa y forman comunidades en diferentes lugares. De varias de esas comunidades hay testimonios hebreos del viajero medieval rabi Benjamín de Tudela que se encuentra con ellos en el siglo XII. 

En el año 536 a.e.c, el rey persa Ciro inaugura su reinado, permitiéndole a cada pueblo bajo sus dominios, volver a su tierra de origen , reconstruir sus templos y adorar a sus dioses. Es esta política de absoluta tolerancia religiosa la que permite a todos los pueblos, entre ellos los hebreos, volver a sus ciudades. Alrededor del año 520 a.e.c., el primer grupo de hebreos de Babilonia llega a Jerusalem , a comenzar la reconstrucción, bajo la dirección de Zerubabel y Shesbassar. Unos 60 años más tarde, a mitad del siglo V a.e.c. se inaugura el Segundo Templo de Jerusalem, con Ezra como Sumo Sacerdote. Pero la diáspora judía en Babilonia se mantiene y sigue creciendo. Judea era territorio pobre y desolado, Babilonia era tan atrayente en ese entonces como podría serlo la Nueva York de hoy, allí se radican academias rabínicas que en el siglo VI producen el Talmud de Babilonia y continúan trabajando con gran empuje hasta bien avanzada la Edad Media.

No se sabe por ahora, cuál o cuáles comunidades guardaron la documentación en esta geniza de la montaña, pero las fechas encontradas hasta el momento, comienzan en el siglo X e.c. En todo caso, el escondite fue olvidado.

Entre los folios hallados en las cuevas de Afganistán ya se han identificado comentarios de Ley hebrea, documentos comerciales y cartas de más de mil años de antigüedad. Apareció correspondencia de Saadia Gaón, que fuera a mediados del siglo X, jefe de las academias rabínicas de Babilonia ( sobre los ríos Tigris y Eufrates, donde antes era Persia y hoy es Iraq). Comentarios bíblicos, cartas personales y registros financieros. Hay también documentos que son testigos de las actividades comerciales a lo largo de las varias “Ruta de la seda” que conectaban Europa con el Oriente.

La Biblioteca de Israel promete digitalizar los hallazgos y subirlos a su sitio web para que todos los puedan ver y estudiar. “Esta es la primera vez que tenemos una evidencia física y real de la vida judía en el ámbito de la cultura iraní durante la Edad Media”, anunció el Prof. Haggai Ben Shammai, director académico de la Biblioteca Nacional de Israel. “Estamos analizando veintinueve piezas en idioma persa con caracteres hebreos, persa en caracteres árabes, árabe en caracteres arábigos y en caracteres hebraicos”.

Para estudiar los documentos antiguos los eruditos de antes tenían que viajar a las bibliotecas que los guardaban alrededor del mundo. En el año 2004 comenzó a tomar forma práctica el “Proyecto Geniza” (9) para digitalizar los más de 330.000 documentos encontrados en el año 1896 en la Geniza, ( altillo en este caso ) de la sinagoga Ben Ezra de Fustat , el suburbio medieval judío de El Cairo (10). El iniciador de ese sueño es el Dr. Albert Friedberg, radicado en Toronto, pero el proyecto se desarrolló en Israel. Para digitalizar la cantidad de documentación de la Geniza de El Cairo se necesitaba inventiva en el campo de la ciencia informática y quien se la dio fue el Prof. Dr. Yaacov Choueka, que ingresó al proyecto en el año 2005 (11). Choueka ya era famoso, por haber dirigido la organización, por temas, de decenas de miles de responsa (respuestas) rabínicas en el proyecto de la Universidad hebrea de Bar Ilan, donde probó su capacidad de inventar en la ciencia de la computación (12).

Para poner en internet los manuscritos de la Geniza de El Cairo, había que inventar de todo. Primero, convencer a las bibliotecas que accedieran a prestar su material para ingresarlo a la base de datos. Varias bibliotecas se negaron y más tarde lo aceptaron, algunas hasta el día de hoy, no han accedido. En el año 2009, el equipo del Proyecto Geniza logró un programa para que la computadora supiera encontrar correspondencias entre trozos de una hoja que pudieran estar en distintas colecciones, esas uniones de documentos antes solamente podían hacerse “ a ojo” por eruditos que reconocieran la letra de los escribas que habían redactado los pedazos de documentos vistos en una biblioteca y otra. Es un enorme esfuerzo de alta tecnología que está logrando transformar una masa enorme de manuscritos medio rotos encontrados en El Cairo, en una biblioteca organizada. 

El Prof. Yaacov Choueka, anunció hace poco que ya está pensando en cómo podrían utilizarse las técnicas inventadas en el Proyecto Geniza para aplicarlas a los folios encontrados en Afganistán. 1 En 1947 fueron descubiertas en Israel las primeras cuevas en las montañas junto al Mar Muerto, con documentos guardados en tarros de cerámica, manuscritos diversos de poblaciones que vivieron en Judea y alrededores, especialmente de la secta esenia que vivía en Qumran . Se descubrieron en años posteriores, alrededor de 50 cuevas más, con documentos que dan testimonio de la vida en Judea entre los siglos II a.e.c al II e.c.

2 Talmud. Redacción escrita de la jurisprudencia hebrea, redactada en Babilonia en el siglo VI e.c.

3 Las tribus originales de Israel son 12, una por cada uno de los 12 hijos varones del patriarca Jacob, que luego tomó el nombre de Israel. Al decir “diez” tribus en el Norte, se cuentan las tribus de Efraim y Manasé por separado, pero en realidad ambos son nietos de Jacob-Israel, representan a su padre, José, (que según cuenta la Biblia, murió como virrey en Egipto). Dos tribus, Judá y Benjamín, quedaron en Judá, el reino del Sur. La tribu de Leví, hijo de Jacob-Israel, no recibió tierras sino tareas de culto, administración, enseñanza. Leví tuvo dos hijos varones, de Aarón descienden los cohanim, sacerdotes, encargados del culto. De Moisés descienden los levitas, maestros, administradores, dirigentes de los talleres de las artesanías necesarias en el Templo. 

4 II Reyes, 17:23

5 Isaías 10:5

6 II Reyes, 17, 1-6, 23-24 y 18:11.

7 Oseas, 8:8

8 Ester 1:1 y 8:9

9 La bibliografía sobre la Geniza de El Cairo es muy amplia, toda la que conozco está en inglés, comprada en su mayor parte a través de la página de internet de Amazon. Ver para esta referencia, el libro “Sacred Thrash” Lost & found world of the Cairo Genizah, de Adina Hoffman & Peter Cole, Schocken books, New York, 2010. 

10 Ver en internet “Genizah Project”.

11 Ver el libro “Sacred Treasure, the Cairo Geniza”, del rabino Mark Glickman, Jewish Lights Publishing, New York 2010. 

12 Este proyecto está realizado en idioma hebreo.

Publicado el: 17/10/2013 / Leido: 7486 veces / Comentarios: 1 / Archivos Adjuntos: 0

Compartir:
Dejar comentario

Comentarios

un verdad, repetida varias veces deja de ser verdad....
una frase SEFARDI,

luis blanco carvajal (22/10/2013)