Trapagaran esconde mucha historia en las piedras de sus
principales edificios. Sólo en la plaza del Ayuntamiento algunos de los
más prestigiosos arquitectos bilbaínos como José María Basterra,
Marcelino Arrupe o Severino Achúcarro llegaron a trabajar para
configurar el espacio del que hoy disfrutan tantos vecinos. Precisamente
el edificio que alberga las dependencias municipales acaba de cumplir
un siglo de historia y con tal fin el Consistorio ha organizado una
exposición en el palacio Olaso a cargo de Juan Cordón, Antonio Zorrilla y
Juan Luis Bilbao para celebrar los cien años de una construcción que
debe mucho a los caprichos de José Rufino de Olaso, quien desde su
palacio diseñó el urbanismo del Trapagaran moderno.
A través de unos 150 planos que con paciencia sus autores
han ido desenterrando de los archivos municipales, se puede observar la
transformación de la actual plaza Lauaxeta y de cómo los caprichos del
noble Olaso para dar relevancia a su palacio hacen que en apenas un
siglo la misma haya albergado cuatro escuelas, tres ayuntamientos, dos
iglesias, un quiosco de música e incluso un cementerio y un cuartel de
la Guardia Civil. La plaza se convierte así «en el eje central de esta
exposición», según defienden sus tres autores, ya que cualquier
visitante podrá a partir de ella seguir la evolución del núcleo
principal del pueblo.
Junto a los detallados mapas que incluyen anécdotas como
el número de urinarios que había en los barrios de Trapagaran hasta los
lugares donde se lavaba la ropa, quienes acudan al palacio Olaso hasta
el 15 de febrero también podrán admirar las acuarelas de José María
Basterra sobre la iglesia de San José Obrero, así como un panel con el
perfil del valle de Somorrostro hacia 1865 y un dibujo de la costa
vizcaína vista desde Miribilla en 1874.